Jesús, nuestro Buen Pastor, nos llama a tener fe, a tener una fe profunda. Aunque encontremos dificultades, privaciones y situaciones desesperantes en nuestra vida, Dios siempre está ahí para sanarnos y liberarnos. Él tiene un poder increíble para traer milagros a nuestras vidas, si solo tenemos fe para creer.