Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
En medio de las muchas voces que encontramos en el mundo, debemos mantenernos enfocados en la única voz que importa: la voz de Dios. Oremos por la gracia para estar atentos a la voz de Dios, y cumplir Su voluntad con fe, esperanza, y amor constantemente en nuestras vidas.